Entendiendo el
conflicto como una incompatibilidad entre conductas, percepciones, objetivos o
afectos entre individuos y grupos que definen estas metas como mutuamente
incompatibles, podemos decir que en éste intervienen conducta y afectos,
elementos básicos del conflicto.
Para manejar los conflictos se necesitan varias habilidades:
1. La habilidad de
comprender sus propios sentimientos hacia el conflicto.
Esto significa
reconocer la causa del conflicto, o sea, las palabras o acciones que
inmediatamente provocan en usted una reacción emocional como el enojo o la ira.
Una vez reconocida la causa del conflicto será más fácil controlar las
emociones.
2. La habilidad de
escuchar atentamente. Se debe tratar de comprender lo que la otra persona está
diciendo.
Escuche con todo
cuidado en lugar de pensar en lo que deberá decir usted después. Escuchar
atentamente requiere concentración y lenguaje corporal que indique que usted
está prestando atención.
3. La habilidad de
brindar opciones para resolver el conflicto:
Muchas personas
sólo pueden concebir dos maneras de manejar el conflicto – pelear o evitar el
problema. Asegúrese de que sus datos son los correctos, explore todas las ideas
que pueden ayudarle a resolver la discusión y debata los pros, los contras y
las consecuencias.
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